Abrirse al amor
Autor: Eduardo H. Grecco
Siempre en la cama ocurre lo mejor de la vida: el nacimiento, el amor, la escritura y la muerte.
Jaime Sabines
Hacia fines de los años 90, casi en el límite del fin del milenio, escribí un libro sobre Amor, Sexualidad y Sexo cuyo punto de partida era una reflexión sobre el hecho que para que haya amor en nuestra vida la primera condición, para que esto suceda, es estar disponibles y abiertos a la experiencia.
La constatación clínica que me llevó a dicha reflexión, fue la insistente presencia de hombres y mujeres cuyos corazones no estaban despejados, no porque tuvieran alguna relación, sino porque vivían atrapados en patrones que los condenaban a la soledad, aún en compañía.
Personas que jugaban a juegos vinculares inconscientes tales como: espero al príncipe azul y, cuando aparece, el tono del azul no me gusta; busco a ciegas y, claro, nunca veo nada; jugar a las escondidas afectivas e, incluso a las escondidas con nadie.
Por supuesto, que estas citas no agotan las posibilidades conductuales pero dan una idea de los embrollos que somos capaces de armar con tal de no abrirnos al amor, de no permitir que la fluidez y la flexibilidad que hace germinar este afecto, llene nuestra vida.
Como soy creyente de confiar en lo que el paciente hace y no lo que dice y practicante de la Terapia Floral, me di a la tarea de preparar un fórmula que incluye “cinco orquídeas, una flor de un cactus y una variedad de Mariposa Lily” que, en su combinación, ayuda a hombres y mujeres no solo abrirse al amor (que ya es mucho) sino, también, a aceptar lo que la vida provee como respuesta a este deseo del alma.
Desde entonces, la he utilizado con buenos resultados, aunque no siempre son los que las pacientes, desde su imaginario romántico, anhelan.
Es hora que el círculo se extienda y más personas prueben los efectos de esta fórmula en su vida. Claro, hay que atreverse a ¡soltar el control!.
¿Qué cosa es abrirse al amor?
Abrirse al amor implica dejar atrás creencias limitantes.
Es tomar la decisión. Aunque hayas sufrido en relaciones anteriores, la dicha es viable y hay personas potenciales con las que se despliega un abanico de posibilidades de compartir afectos, tiempo y vida.
Estar abiertos al amor en contacto con nuestros afectos, nos enfrenta a relacionarnos con nuestras vulnerabilidades, y aunque puede conllevar dolor, nos nutre de dones y placeres.
Cuando somos capaces de soltar el control y dejar atrás creencias que nos atan, lo inesperado y sorprendente sucede y nuestra vida se puebla de relaciones de amor.
Esta fórmula permite:
- Dejar de pensar en las experiencias del pasado y aprender que el ayer no determina el presente
- Darnos una nueva oportunidad
- Mirar la intención del proceso y no los resultados
- No anticiparse a lo que pueda ser
- No tener miedo a la soledad
- No buscar cubrir carencias
- Buscar relaciones desde la abundancia y no desde la escasez
- Romper con los estereotipos, a la necesidad de prometer, a depender, para asegurar la permanencia de otra persona en nuestra vida.
- Ser espontáneos
- Ser libres en el amor.
Es posible que se pregunten por las esencias florales que integran esta fórmula. Algo que aprendí en la vida y en la clínica, es que, lo que mantiene vivo el amor es, el misterio.
De manera que vamos a mantener por ahora, en el misterio, esta fórmula, para que viva.m
Dosis sugerida
Como cualquier otra fórmula la presente debe administrarse teniendo en cuenta la naturaleza de cada persona.
De forma general, se recomienda cuatro gotas cuatro veces por día.