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  • Curso «Correspondencias Bach-América (California)»

Esencias de semillas 1ª Parte.

Esencias de semillas 1ª Parte.

Es un Sistema de Esencias preparado a partir de las semillas de diversas especies vegetales, por medio de un método de infusión solar , trituración, maceración y dilución, para extraer de ellas sus propiedades vibracionales las cuales poseen acción terapéutica y armonizadora. Hemos tenido especial cuidado de escoger semillas de genuino origen natural a fin de extraer de ellas la mejor energía posible. Precisamente ese es el objetivo: a fin de que su efecto terapéutico y armonizador sea completo.

Por qué las semillas.

Por que poseen poderosas fuerzas energéticas concentradas. Las semillas contienen toda la potencialidad de la planta en máxima concentración. Las Esencias de Semillas son restauradoras del orden natural necesario para el equilibrio vital. Reactivan la memoria energética ancestral, original y nutricia. Regeneran el ciclo evolutivo de la latencia al florecimiento psico espiritual. La semilla ES la esencia. Contiene dentro de si misma todo el potencial de lo que será; la memoria de su especie más su propia individualidad. Es la sinergia de lo ancestral y de lo nuevo; puente entre pasado y futuro que conecta la sabiduría y la esperanza en el Aquí y Ahora.

Las esencias de semillas potencian asimismo las energías sanadoras del propio organismo, cuyo origen se encuentra en la etapa embrionaria del individuo, cuando se desarrollan las células madre.

Las semillas alinean al Sol exterior con el Sol interior («ens seminis» Paracelso), recuperando la armonía de la esencia individual y la misión con el mundo externo.

Desde el punto de vista astrológico, así como las esencias florales usan de indicador de desequilibrios emocionales a la Luna Natal Astrològica (E. Bach), las esencias de semillas o germinales utilizan al Sol Natal como indicador del poder generador individual, su situación en el radix por signo, casa y aspectos, nos hablará de los factores que modifiquen la expresión solar.

El ser humano, debido a una serie de factores culturales ha debido adaptarse a circunstancias creadas artificialmente por él mismo y eso en mayor medida que en otros niveles, se aplica a la alimentación. Múltiples sustancias químicas creadas para saborizar, conservar, desinfectar, colorear, etc., están actuando permanentemente en el organismo creando una condiciòn tóxica, que obliga a un gasto extra de energía para eliminar o neutralizar.

En los últimos tiempos se ha agregado un nuevo factor de desequilibrio que se origina en la biotecnología alimenticia, con la creación de semillas transgénicas a tal punto que son consideradas como alimentos de plástico. No sabemos a ciencia cierta cuáles son los efectos a largo plazo que esta condición miasmática puede generar tanto en el nivel psicológico como somático. Si la mayor parte de nuestra energía vital debe necesariamente provenir de los alimentos, pensemos por un instante qué tipo de estos estamos utilizando para incoprorar energía a nuestro ser.

En síntesis, lo fundamental es la micronutrición celular: «Que tu alimento sea tu medicina» (Hipócrates). Actualmente los llamados avances tecnológicos han modificado genéticamente todo lo que el ser humano ingiere. Esta nueva biotecnología esta resultando nociva para la humanidad y todo el planeta, las semillas transgénicas y todos los aditivos químicos que se encuentran en los alimentos hacen que nuestras células se estén nutriendo de sustancias plásticas que interfieren dañinamente con la información que nuestro ser necesita, para estar en armonía en cuerpo, mente, alma y espíritu. Este quiebre artificial nos mantiene dormidos y desconectados de los ciclos naturales de la vida. La Humanidad tiene la Responsabilidad de Despertar su Alquimia mediante el uso de su Voluntad Consciente.

Las Semillas son verdaderos resonadores cósmicos armónicos y por medio de las Esencias Germinales proveen al ser humano el estímulo energético necesario para la recuperación de su propia capacidad de resonancia armónica, activando asimismo los procesos emocionales que le permitan recuperar la condición de armonía entre el Alma y la Personalidad.

SIMBOLOGIA Y ENERGETICA DE LA SEMILLA

1- La semilla es una innovación EVOLUTIVA…

… no sólo dentro del reino vegetal, sino en todo reino vital, que posibilitó el cambio de vegetales inferiores (algas, musgos, líquenes, hongos, etc., ) a los superiores. Éstas se caracterizan básicamente porque su reproducción es sexual, es decir, que son necesarios los elementos masculino y femenino para que la fecundación se lleve a cabo. A diferencia de los vegetales inferiores cuya reproducción es asexual, llevada a cabo por procesos semejantes a los de una clonación. La importancia de este cambio influyó absolutamente en las formas de vida posteriores y abarcó también el reino animal, bajo las diferentes formas de “semillas”, por ej., los huevos y otros formatos más evolucionados: una vez que la naturaleza elige una forma exitosa para autosustentarse no solo no la abandona, sino que la perfecciona.

Las semillas más antiguas que se conocen proceden del periodo Devónico (hace 350 000 000 de años). Éstos fósiles fueron encontrados en rocas de Pensilvania, EUA, pero no se tienen plantas fósiles que nos permitan conocer cómo eran las plantas que las produjeron. Entre las semillas más antiguas que se conocen está la Genemosperma, la cual todavía no ha desarrollado una cubierta protectora completa, sino que está rodeada como por ocho lóbulos. En las semillas más avanzadas estos lóbulos se han fusionado formando un tegumento protector. Durante los siguientes 50 000 000 de años, se desarrollaron diversas formas de semillas, algunas de las cuales estaban adheridas a plantas parecidas a los helechos actuales. Pertenecían al grupo de las Gimnospermas y hoy en día están extintas. Se conocen con el nombre de Pteridospermae que significa «helechos con semillas».

Hacia fines del Mesozoico y principios del Cenozoico hubo muchos cambios. Aparecieron las primeras angiospermas que probablemente vivían en regiones montañosas, mientras que las coníferas y cicadales dominaban las planicies. La aparición de nuevas clases de animales quizá fue el principal factor que dio la primera ventaja a las angióspermas o plantas con flores. Estas son superiores a las gimnospermas pues poseen mecanismos más eficientes de entrecruzamiento, dispersión y establecimiento de las semillas. Los insectos y las aves son agentes mucho más efectivos para transportar polen y semillas que el viento y el agua. Como ejemplo podríamos señalar que durante esta época, la familia de las abejas estaba en plena evolución. Los escarabajos, abejas, mariposas, aves y mamíferos primitivos debieron haber tenido una considerable influencia selectiva en la evolución de las familias y géneros de estas plantas.

Desde un punto de vista evolutivo, la semilla es el resultado de un salto cualitativo, que da lugar a una serie de procesos por los cuales los vegetales que las producen van logrando una supremacía sobre los que se reproducen de un modo no espermatófilo, es decir asexual.

El surgimiento de la reproducción sexual asegura la supervivencia de la especie con una mayor garantía de éxito que la reproducción asexual. Expresado en términos analógicos, la semilla, resultado de la reproducción sexual, o sea, de la unión de lo masculino con lo femenino, representa el modo en que la vida se asegura a sí misma su propia continuidad.

La reproducción asexual representa, analógicamente una continuidad eterna del mismo individuo madre. Al no existir diferenciación sexual, el individuo “originario” no muere nunca. En este hecho, la ley de polaridad no se cumple, por lo que en esta etapa de la evolución de la vida en la Tierra, la energìa vital se encuentra polarizada en una sóla dirección.

Por el contrario, la diferenciación sexual es la manifestación de la ley de polaridad, la que rige el equilibrio dinámico del cosmos. En el gran reino de la vida terrestre, ésta lleva en sí la impronta arquetípica de la energía cósmica. La paulatina evolución de la vida, desde sus formas más primarias, como los vegetales inferiores a los superiores, muestra a las claras el “ objetivo” vital de llegar a poner de manifiesto, en términos de vida, lo que existe previamente como modelo de la energía cósmica. La ley de analogías se verifica, por lo tanto en este hecho, que aparece por primera vez en el reino vegetal. La SEMILLA, es la manifestación concreta de la Ley de polaridad.

Tal como lo expresa la filosofìa china, el equilibrio del cosmos sólo es posible a través del perenne interjuego trasnsformativo del Yin y del Yang.

2- El «renunciamiento» a la inmortalidad.

Se produce como consecuencia del surgimiento de la polaridad sexual. De allí en más, la vida se perpetúa a sí misma, gracias a que cada individuo la lleva, como diría Bach, como una chispa.

De allí en adelante, la evolución de la vida continúa en el reino animal y en el humano del mismo modo, por supuesto que con las variantes de cada caso. La semilla fecundada será también el embrión del reino animal y humano.

La semilla representa, por tanto, la aceptación de la propia mortalidad, como parte de la vida. Nuestra cultura posee una tendencia a buscar la inmortalidad. Es decir a negar la muerte, o cuando esto no funciona, a temerle. O rechazarla como un mal al que es necesario derrotar. De este modo la vejez, es vivida como una enfermedad. La angustia tiene entre sus raíces principales, el temor a morir.

Al decir de Freud, la muerte representa una herida al propio narcisismo del ego, que pretende la inmortalidad.

Tal como lo revela el mito de Quirón, éste se libera de su sufrimiento cuando le cede la inmortalidad a Prometeo.

La semilla, por lo tanto siendo el símbolo de la vida, incluye la muerte como parte de la misma, produciendo el ciclo perenne de la existencia.

3- La semilla o el poder de lo pequeño.

La fuerzas cósmicas encuentran su mayor poder de concentración en la semilla: toman una dirección centrípeta de máxima intensidad, hasta el punto de producir, como el arco antes de lanzar la flecha, la inversión de la dirección en fuerzas centrífugas que darán lugar al desarrollo de la planta en su totalidad.

Es en la semilla donde encontramos el punto de mayor grado de concentración a las fuerzas vitales. Consecuentemente las encontramos en su punto de mayor potencialidad, es decir, en el estado llamado “TOTIPOTENCIALIDAD”. Listas para desenrrollarse centrífugamente.

Según R. Stainer, la flor posee una concentración energética poderosa pero efímera. Por su parte la semilla, también posee la misma potencia energética, como dijimos totipotencial, pero se le agrega un factor fundamental, que se deduce de una signatura muy importante de la semilla: su función de RESERVA. Precisamente, esta función hace que la semilla pueda perdurar mucho tiempo, en espera de condiciones favorables para su desarrollo. Como dijimos, la semilla cuida la vida. Esta función de NUTRICIÓN y PROTECCIÓN de la energía vital es de máxima importancia para nuestro estudio.

Podemos afirmar sin lugar a dudas que la semilla posee propiedades terapèuticas que,

a – Estimulan la función NUTRITIVA

b – Estimulan la función PROTECTORA

c – Estimulan la capacidad SANADORA y EXPANSORA de la energía vital.

d- Estimula la función EVOLUTIVA de la ENERGÍA  VITAL. La capacidad de la semilla para ESPERAR el momento propicio, hace que no se desperdicie su propio ser. Este factor es fundamental para la evolución. De no existir, habría una serie ininterrumpida de hechos erróneos, hasta que por casualidad uno coincidiera con las condiciones favorables para su desenvolvimiento.

f – Libera de la dualidad al integrar opuestos.

g – Permite tomar contacto con la SOMBRA, SIN TEMOR, para sacar de allí los potenciales de la personalidad.

4 – La semilla o la renuncia a la OMNIPOTENCIA.

Según Chevallier, “La semilla que muere y se multiplica es el símbolo de las viscicitudes de la vida. Su simbolismo se eleva por encima del reino al que pertenece, es decir, el vegetal, para significar la alternancia de la vida y de la muerte, de la vida en el mundo subterráneo y de la vida a plena luz, de lo no manifestado y de lo manifestado. Los ritos de iniciación, tienen por finalidad la liberación de esta alternancia y de fijar el alma a la Luz.”

De una manera análoga, al hecho de que la semilla representa la renuncia a la inmortalidad, también representa la renuncia a la omnipotencia.

Uno de los conflictos que mayores consecuencias tiene para nuestra evolución es el que se produce entre las tendencias del Alma y las de nuestra personalidad. Entre éstas, la tendencia a actuar OMNIPOTENTEMENTE, acarrea consecuencias lamentables, debido a que con ello ignoramos todo. La tendencia a creer que las cosas ocurren cuando deseemos que ocurran, lleva inevitablemente a un sentimiento de frustración.

El hecho de poder tolerar un monto de energía, sin descarga, hasta tanto se den las condiciones favorables para ello, es el factor más importante del desarrollo de nuestra psiquis, tal como lo demuestran las investigaciones de todas las escuelas psicológicas.

La evolución se basa en dos condiciones esenciales:

a) La capacidad de ESPERAR las condiciones favorables para la realización de lo que debemos hacer.

b) La otra función complementaria es LA ACCIÓN EFICAZ, es decir hacer lo que se tiene que hacer cuando las circunstancias así lo indican. No postergando.

Para ello es preciso saber discernir cuando esperar y cuando actuar. Precisamente , es ésta la función que se desarrolla la ESENCIA.

5- La semilla cuida de la vida que lleva adentro.

Cuando se examina una semilla inmadura, o sea un óvulo, se ve que tiene una serie de tegumentos o capas que la protegen, así como una gran cantidad de alimento almacenado. De este modo, el ovario no sólo protege del medio ambiente al gametofito femenino, sino que también suministra alimento a la nueva plántula que surge cuando la semilla germina. Este cuidado parental de la semilla permite la mejor adaptación de las plantas vasculares al medio ambiente y hace que predominen sobre otros grupos vegetales. La semilla, por lo tanto, es fundamental en la sobrevivencia de las especies. La evolución de la semilla constituye un mecanismo invaluable de adaptación a la vida en la Tierra. La cubierta de la semilla o testa la protege de muchas de las inclemencias del medio ambiente. El embrión puede permanecer latente durante mucho tiempo, hasta que haya las condiciones adecuadas para germinar y la existencia de sustancias de reserva le brinda alimento hasta que la planta pueda sobrevivir por sí misma.