La obsidiana como herramienta de sanación
En éste artículo pretendo hacer una introducción al trabajo de la obsidiana, que he llamado “piedra sagrada de sanación”, por sus extensas cualidades curativas que se descubren a lo largo de miles de años y hoy aparece en éste camino de la salud a través de la aplicación de sus cualidades psíquicas y energéticas.
Antecedentes
La obsidiana se presenta en la Tierra como una energía curativa en tanto funge como instrumento de profunda introspección y revelación del ser interior. Sus orígenes son tan profundos, que se pueden analogar a nuestra esencia, a lo más hondo de nuestra existencia, al alma humana.
Esta roca enigmática, de conocimiento superior ha acompañado al ser humano durante toda su existencia…y en ocasiones nos ha ayudado a la sobrevivencia física, ya que desde hace más de 33,000 años se tallaba rudimentariamente para elaborar puntas de lanza y armas que servían para la caza, para sustentar el alimento.
Posteriormente, en la medida en que los pobladores se fueron asentando en diferentes lugares del planeta, ésta continuó junto al hombre en el camino de su desarrollo comunitario. Sirvió como artículo ornamental, como objeto básico doméstico y no es hasta la época Prehispánica cuando en Mesoamérica toma un valor fundamental en dos niveles, como objeto tributario, lo que hizo que se expandiera a través de rutas que fueron desde el norte de México, hasta lo que hoy es Nicaragua y Costa Rica, pasando por América Central y el área Maya y también como remedio curativo.
Se tiene registro de su uso como medicina valiosa para la curación física de reumatismo, artritis, gota, infecciones, inflamaciones, heridas, la utilizaron como bisturí para cirugías como trepanaciones craneanas (retiramiento de tumores) y cortes en hueso con diferentes objetivos.
Pero también tuvo un significado místico y mítico. Místico, porque los sacerdotes que entonces goberna-ban las principales culturas en Mesoamérica, la utilizaban como artículo ritual. Los cetros de gobernadores, eran elaborados con obsidiana, las vasijas e instrumentos sagrados como los llamados excéntricos eran fabricados con obsidiana y solamente ellos tenían posibilidad de detentar semejantes joyas, por ser sagradas. Mítico, porque en la cosmogonía prehispánica, lo que hoy llamamos la sombra, era parte de la existencia y conexión que los caracterizaba y se manifestó en la concepción de la muerte, como la más importante expresión de ésta. El mito de Tezcatlipoca nos recuerda aquella parte rechazada e ignorada que forma parte de nosotros pero que omitimos por residir en el inconsciente, en la sombra.
Si algo puede definir a la obsidiana, es su capacidad psíquica. Ella, va al interior porque es su naturaleza… a ese interior que reside en todos y cada uno de nosotros, desde donde emprendemos el viaje para cumplir nuestra misión en ésta Tierra que consiste en curarnos, curar nuestras almas, pero que solamente se puede realizar a través de nuestros cuerpos físicos, nuestras emociones y a partir de develar ante nosotros quiénes somos y a dónde vamos….es ésta conquista de nuestra libertad interior a través del conocimiento y la sabiduría la que nos permite completar nuestro viaje del alma.
Tratamiento Terapéutico
El inicio a la curación “del alma” puede ser visto en nosotros, a través de las afecciones en el cuerpo físico, ya que éste no es más que el testigo de todo aquello que sucede en nuestro interior. “Como es adentro es afuera”, y los síntomas, no son más que “el grito del alma” (1), que funge como el llamado para ser atendido.
Ixtli: terapia físico-energética
Dentro de la geometría terapéutica, “Ixtli”, el disco de obsidiana, funge como un “primer nivel de liberación”, trabaja a nivel del cuerpo físico ya que éste nos lleva a enfocarnos a la afectación que se presenta en cualquier parte del cuerpo como dolor, inflamación, irritación, etc… Cuando aparece, el disco actúa como un liberador de esa energía que es transmitida hacia los campos energéticos de la persona, que se traduce en aquellos sentimientos que como energía bloqueada residen en la persona y que son la causa del origen de dicho dolor o en su caso, enfermedad. El disco actúa entonces no sólo como liberador de la energía, sino también como desbloqueador, trayendo alivio a la zona o el plexo afectado.
Sin embargo ésta liberación trae como consecuencia otro nivel de lectura que, por transferencia energética desde el interior, se lee ahora a nivel de la emoción y el sentimiento que emerge en la medida en que Ixtli es aplicado.
Algunas personas, después de la terapia con obsidiana, me comentan que en vez de “estar bien”, se sienten enojadas o sensibles, o comienzan a llorar….no sabiendo que todas esas emociones no son más que energía que se ha desbloqueado desde su interior y que las lleva a empezar a sentir, a “sentirse”, a “saberse”, «a conocerse». En ésta primera etapa de contacto con nuestro cuerpo físico, el intento es llegar a ésta parte sutil del sentir, que nos lleva al camino terapéutico de la curación.
Urantia: terapia energético-emocional
Una segunda etapa, es abordable a través del uso de “Urantia”, la esfera de obsidiana, cuya función es precisamente enfrentar al paciente con sus verdaderas emociones. Aquí, las cualidades propias de la piedra, nos ayudan para la conexión interior, ya que pensamos que sufrimos de algo, pero en realidad no estamos sabiendo desde el fondo lo que “realmente” sentimos. El descubrir nuestra máscara, es una labor como decía Jung, “poco popular” (2) por ser una tarea difícil y comprometida. Urantia, es el camino por el que se puede lograr el trabajo de los arquetipos desde un ángulo energético-emocional.
Esta integración, llega a partir no de la creencia sino desde el sentir, desde éste compromiso de enfrentar nuestros dolores más profundos, nuestras emociones menos reveladas que aparecen en éste trabajo psíquico-energético que nos permite llegar a las profundidades para erradicar esa energía adherida negativa que se presenta como recuerdo imborrable, sentimiento tormentoso y conflicto interminable ante nuestra alma, dentro de nuestro corazón.
Urantia nos permite liberar esa energía a través de la conexión psíquica energética que nos lleva a su vez a otro nivel más profundo aún y que nos muestra aquellos contenidos mentales a los que les hemos entregado nuestro poder y nos aliena de nuestra propia capacidad de creación de nuestra libertad, de nuestra sabiduría: la psique. En la psique residen éstos contenidos que dan el significado que le damos a nuestras vidas. Sin embargo, éstos no siempre son obra o creación nuestra, no parecen ser de nuestra experiencia personal, sino que son “implantados” por nuestros padres, familia, religión e instituciones ajenas a nuestro ser, a nuestro verdadero sentir (3). Develar el verdadero contenido de ese sistema de creencias es el trabajo de Tezcatlipoca, el espejo de obsidiana. A través de la práctica con el espejo, se logra descubrir el verdadero contenido de lo que nos aliena de ésta esencia nuestra, de éste ser que realmente somos, de aquello que sí hace coherencia con nuestro sentir, con nuestro real hacer.
Tezcatlipoca: terapia energética-mental
Tezcatlipoca en la mitología azteca, era el hermano de Ce-Acatl-Quetzalcóatl, quien gobernaba Tula.
Tula en aquél entonces era el pueblo más temido, más rico y abundante de todos porque su rey era el mejor guerrero, el mejor gobernador, el mejor guía y sacerdote y había llevado a su pueblo a lo más alto de su desarrollo. Tezcatlipoca, conocido como “El espejo humeante”, llegó al palacio disfrazado de vendedor de chiles y el rey lo acoge por traer éste un artículo muy preciado en aquél entonces. Tezcatlipoca aprovecha la apertura y lo incita a beber. Este, muy halagado, se permite tanta confianza que lo lleva a la ebriedad y al descontrol. En éste estado, comete incesto con su hija la doncella, abusa de su magno poder y lleva a la ruina a su pueblo. Su hermano, “el espejo humeante”, le muestra el espejo de obsidiana, donde mira a ese hombre vulnerable, débil, anciano, decrépito y enfermo que tiene en su interior. Al ver semejante realidad, Ce-Acatl-Quetzalcóatl abandona el palacio, derrotado y acabado se dice, para adentrarse en las aguas del mar y nunca más volver (4).
La sombra….éste trabajo poco popular de mirarse hacia adentro, de reconocer nuestra miseria humana, nuestra parte rechazada, negada y vulnerada nos puede llevar a la integración de cada etapa de nuestra vida. Es la oportunidad de “completar” nuestra tarea vital, para lo que finalmente venimos al planeta Tierra. El trabajo del espejo de obsidiana, es un trabajo de introspección que tiene como objetivo la liberación de los arquetipos desde el área mental y que forma parte del sistema de creencias que al develarlo, nos damos la oportunidad de poder cambiarlo ya que de no cumplir éste trabajo con o sin obsidiana, con terapia psicológica, con terapia floral o cualquier otra ayuda o sin ayuda ninguna, no podremos aspirar a develar nuestro verdadero ser interior, lo cual puede entonces volcar el camino hacia la enfermedad, para que nuestros ojos, nuestra alma pueda “re-tomarlo” y darnos la oportunidad de cumplir, de cumplirnos a nosotros mismos todo a lo que venimos a ser, para completar nuestros ciclos en un inevitable camino a la liberación.
El Camino hacia la Salud
En la práctica terapéutica he visto cómo la obsidiana, a manera de herramienta única o como apoyo, permite a las personas abrir el camino hacia las profundidades para lograr su conexión interior a través del trabajo energético de la curación física (con Ixtli), emocional (con Urantia) y mental (con Tezcatlipoca).
Es una herramienta muy útil, ya que se ha comprobado su capacidad para sinergizar los tratamientos tanto de terapia floral, como de cristaloterapia, homeopatía, herbolaria, terapia psicológica y tratamientos médicos en donde se puede decir que acelera los tiempos de curación hasta en un 40%. Este fenómeno sucede a partir de la activación de los campos energéticos con los que trabaja y al mismo tiempo desbloquea, debido a sus cualidades físico-energéticas, tema que será tratado en artículos posteriores.
Citas:
(1) Grecco, Eduardo – Los afectos están para ser sentidos, p. 16, ed. Continente, 1ª. Ed. 1997, B.A. Argentina
(2) C. Zweig y J. Abrams – Encuentro con la sombra, p. 35, ed. Kairós, c 1991, Barcelona, España
(3) Jung, Carl – Arquetipos e inconsciente colectivo, p.26, ed. Paidós, c 1970, Barcelona, España
(4)Serra, Mari Carmen y Zabé, Michel – Cristales y obsidiana prehispánicos, p. 186, ed. S. XXI, 1ª. Ed. 1994, INAH, México.