La sexualidad y las esencias florales
Autor: Eduardo H. Grecco
Parte I
La sexualidad es una experiencia. Nada puede reemplazar la vivencia que transitarla provoca. Nada puede sustituir al tallado que su obra puede provocar en nuestra personalidad, ya que, la sexualidad es un camino por medio del cual las personas, a través de otros, podemos conocernos a nosotros mismos.
De modo que, la sexualidad, esta presente como una de las llaves del proceso de evolución y los trastornos que acontecen en este plano son reflejo de nuestras resistencias a crecer. Visto de esta manera el sexo es un camino hacia la sabiduría.
Sin embargo, el sexo pleno es moneda poco corriente. Su disfrute esta impedido por muchas dificultades que van desde relaciones tormentosas, de poder, de dependencia a directos signos de disfunción como la anorgasmia, la impotencia…… Todas ellas nos hablan de la existencia de un conflicto que la persona no puede superar y que lo ata a estar sufriendo inhibiciones y displaceres ¿Cómo nos las arreglamos los seres humanos para transformar algo que es esencialmente placentero en padecer?
Desde muchos lugares se ha intentado dar respuesta a esta pregunta y si bien hay que bucear en la historia de cada quien para llegar a conclusiones comprensivas existen explicaciones generales que nos acercan a encontrar un sentido a esta problemática. Quiero apuntar tres.
La primera, no dejamos que el cuerpo haga lo que el cuerpo sabe hacer. Metemos tanto imaginario, tanta expectativa, tanta demanda, tantas historias y personajes, que cuando llegamos al momento de una relación estamos tan tensos que no podemos relajarnos y entonces nos endurecemos en todas partes menos donde tenemos que estar tensos los varones. A esto se llama impotencia. Hay que ir al encuentro sexual relajados, en pura vivencia, haciendo cesar el flujo del pensamiento.
La segunda, no somos espontáneos. No dejamos que las cosas sucedan, no nos dejamos llevar por la pasión y la entrega. Estamos pendientes de los rendimientos y no del afecto, estamos dando exámenes o buscando agradar al otro, en lugar de facilitar un encuentro.
Tercera, confundimos descarga con sexualidad. Los genitales están en el cuerpo pero el sexo esta en el alma. Hay que meter alma en el sexo, amar con alma, con total intensidad, vivir el momento en cada instante y con todo lo que somos.
Claro esta que si no puedo relajarme, ser espontáneo y poner alma en las relaciones es porque cargo con una traba. Estoy atrapado en creencias, traumas, fijaciones y apegos que no me permiten fluir. Esto es lo que hay que sanar pero no viendo la dificultad como un mal o como algo negativo. No es que algo funciona mal en mí, sino que este modo de ser en el sexo, es el mejor camino que mi alma tiene para ayudarme a aprender algo. No hay disfunciones sexuales (en este sentido) sino señales de que tengo que aprender.
Con este espíritu me gustaría que leyeran lo que sigue, que son herramientas para curar la sexualidad herida. He podido apreciar como las esencias florales brindan una concreta ayuda a quien sufre en este plano y como les abre al conciencia hacia el entender que tienen que transformar en su existencia.
Un jardín para la sexualidad y el amor.
El énfasis esta puesto aquí en la estructura interior y los beneficios que aportan en la clínica cada uno de las esencias mencionadas con relación al tema de la sexualidad y los vínculos afectivos.
Angélica (California)
El alma guía la experiencia amorosa. Da a la persona la sensación de estar protegida y en contacto con su alma. Cuando ésta conexión está ausente el sentido trágico se apodera de su conciencia y, entonces, se siente abandonada, despojada de la fortaleza y la valentía necesaria para emprender una nueva experiencia de amor. Para sanar el abandono, la falta de apertura y confianza, el corazón roto, la falta de fe, la sensación de rechazo e incertidumbre.
Agrimony (Bach)
Las máscaras impiden el auténtico encuentro. Cuando una persona siente temor al rechazo puede esconder su personalidad detrás de un comportamiento inauténtico. Sacrifica lo que es en pos de la aceptación. Sin embargo, nada le procura paz y felicidad y por el contrario sus relaciones y su sexualidad se tiñen de soledad y sufrimiento. Para sanar la co-dependencia, escapismo, evitación, inautenticidad, represión, anorgasmia y falta de conciencia masculina.
Aloe Vera (California)
La vida debe experimentarse como algo que resuena en el corazón. Cuando la voluntad quiere imponer su poder mas allá de todo límite, los afectos y la energía corporal se empobrecen y el agotamiento invade a la persona. Aporta equilibrio, renovación y rejuvenecimiento. Es útil en síntomas de fatiga, falta de creatividad, stress sexual, sequedad vaginal y una sexualidad desvitalizada y sin pasión.
Alpine Lily (California)
La sexualidad es parte de la vida. Da a la mujer, la posibilidad de integrar su sexo como parte inherente de su identidad de manera que sienta que no es un agregado, ni algo lejano o extraño. Sana la falta de aceptación y afianzamiento respecto al sexo. Permite unir las energías femeninas corporales y psíquicas en una totalidad. Ayuda a un mejor transitar las experiencias de embarazo, menopausia y maternidad.