Luna en ESCORPIO
Autor: Dr. Franco Rossomando
E-mail: francorossomando@gmail.com
Nivel de emocionalidad básica.
En el signo de Escorpio, la Luna se encuentra en exilio, por lo que la naturaleza emocional experimenta aquí vivencias profundas e intensas en relación con todo aquello que significa conflicto y dolor.
Dado que la Luna representa entre otras cosas los recursos auto protectores de la personalidad, se relaciona por lo tanto, con ciertas pautas que impiden al Yo percibir las verdades inaceptables acerca de sí mismo. Los recursos defensivos del Yo muchas veces dan como resultado una falsa autopercepción, deformada según la conveniencia y evitando la toma de conciencia de todo aquello que hiera al narcisismo.
En el domicilio de Marte y de Plutón, la Luna posee una percepción muy veraz de sí mismo, prácticamente despojada de toda autoprotección adquiriendo vivencias sumamente intensas con respecto a las primeras etapas de la vida, casi como si no existiera protección para el Yo. Esto hace referencia especialmente a todas aquellas situaciones que significaron separación y pérdida tales como el nacimiento, el destete, la expulsión de la materia fecal, la muerte o separación de algún ser querido, etc.
Según el psicoanálisis, la defecación, como experiencia emocional, es generadora de una gran angustia en el niño, ya que éste siente que al expulsar las heces, pierde parte de su propio cuerpo, lo que queda asociado a una vivencia de muerte.
Con la Luna en Escorpio, esta experiencia queda intensamente significada, por lo que a posteriori, el aprendizaje del control de esfínteres, trae aparejado un alivio de la tensión psíquica y de los temores asociados.
Alrededor del mecanismo de control, gira toda la problemática emocional de esta Luna. El control significa por ejemplo: autocontrol, encerrarse en sí mismo, silencio, controlar a los demás por los más diversos medios, no expresar ni mostrar más de lo conveniente, aumentar el propio poder, guardar secretos, etc.
Dado que la vivencia de pérdida equivale a una muerte, existen una serie de temores intensos, que pueden convertirse en obsesiones, tales como la idea de: la propia muerte, la de los seres queridos, la pobreza, la separación, etc. Cuando la Luna en Escorpio percibe que puede llegar a separarse de algo o de alguien que es querido y apreciado, desarrolla toda una verdadera estrategia a fin de impedir perderlo, generando y propiciando inclusive, estrechas dependencias, todo esto para evitar el desarrollo de la angustia de muerte.
Todo esto trae aparejado una gran dificultad de entrega espontánea, ya que la ello siempre implica una pérdida parcial del autocontrol, de allí que esta Luna posea grandes dificultades en la vida emocional íntima., tanto en la amistad como en lo familiar.
Un aspecto positivo de esta Luna es, como dijimos, el desarrollo de un gran autocontrol, por lo que la fuerza de voluntad, y la tenacidad llegan a vencer cualquier obstáculo, renaciendo siempre de las cenizas.
Con respecto a las figuras paternas, las vivencias infantiles han dejado la sensación de que uno fue muy exigido y controlado. A tal punto que se pudo experimentar la sensación de que no había otra defensa posible frente a esa situación violenta, más que desarrollando recelo, rechazo o desconfianza. Tal vez uno de los padres, inconscientemente se haya ubicado en un rol no apropiado que pudo estimular exageradamente las fantasías sexuales, o haber sido lo suficientemente entrometido como para generar la sensación de que no existe intimidad propia.
En ambos casos, el niño percibe que la única salida es evitar mostrar sus sentimientos, tanto para impedir la emergencia de fantasías sexuales inapropiadas, como sentimientos agresivos contra los padres, lo cual puede causarle mucha culpa.
El continuo conflicto entre dejar expresar sus instintos, por un lado, y controlarlos por el otro, conlleva una permanente mirada hacia el propio interior y por proyección, una gran capacidad para intuir el interior de los demás. Por este motivo, quienes posean la Luna Natal en Escorpio son capaces de desarrollar una comprensión psicológica de las personas realmente asombrosa. .Pero, de no mediar un aprendizaje adecuado para poder manejar esta capacidad, pueden llegar a sufrir mucho ya que juzgarán a los demás por sus intenciones ocultas más que por sus acciones objetivas.
Su memoria puede quedar fijada a situaciones desagradables, dolorosas y traumáticas, sin que puedan olvidarlas por muchísimo tiempo.
Nivel de los deseos.
Con la Luna Natal en Escorpio, la Luna Astral se ubica en Acuario. Cuando las tendencias lunares natales de Escorpio se polarizan positivamente son atraídas por el Arquetipo de la Luz de Acuario: La Esperanza, o El Buscador. Se trata de un poderoso punto energético, que a través de las sucesivas crisis de la vida, permite el renacimiento.
La Esperanza, es precisamente aquella virtud, que permite entrever, aún en el medio de la oscuridad, la Luz que siempre brilla. Se trata de una virtud que invoca a un futuro portador de una nueva etapa y que conlleva la seguridad de que siempre existe una salida a toda situación difícil.
El Arquetipo escorpiano de la Metamorfosis, crea la fuerza capaz de producir la transformación auténtica, borrando toda huella dolorosa o traumática del pasado. Por su parte, el Buscador (La Esperanza), permite avizorar siempre nuevos horizontes, sabiendo que éstos realmente existen. El hecho de ponerse en camino hacia una búsqueda, permite siempre un encuentro.
Nivel de la Sombra.
Cuando la Luna Natal en Escorpio se polariza negativamente, activa las pautas energéticas del Arquetipo de la Sombra de Acuario: El Errante
Se trata de una energía que tiende a destruir todo camino recorrido, ya sea propio o ajeno. Surge así una actitud de resentimiento que ataca a todo lo que se encuentra constituido y establecido, socavando la seguridad y el orden tanto externo como interno.
La búsqueda se transforma de esta manera en un errar sin rumbo, y el Buscador, en un vagabundo. Con esta polarización pueden establecerse vínculos con personas carentes de verdaderos objetivos en la vida, las cuales pueden hacer tambalear los propios sentimientos de seguridad.
Mecanismo de defensa.
Autocontrol compulsivo: Se trata de una defensa nacida de una fuerte necesidad de protegerse del mundo exterior y contra las heridas emocionales a las que es muy susceptible. Dado que estas heridas provocan una vuelta a su mundo interior y una gran reflexión, es capaz de provocar heridas en los demás, a fin de generar la misma reacción autorreflexiva en el otro. Esta actitud también remite a un mecanismo de defensa basado en impulsos sádicos.
Nivel de somatización.
La combinación energética de la Luna con Plutón, por lo general permite ciertas somatizaciones en las que se pone de manifiesto una debilidad del sistema linfático, con la consiguiente disminución de las funciones defensivas.
Las funciones asimilativas pueden verse perturbadas, y por lo general la tendencia al aumento de la función anabólica puede reflejarse en edemas, aumento de peso y dificultad para perderlo, retención de líquidos, etc. Debe cuidarse asimismo de canalizar la ansiedad por medio de una ingesta desmedida de alimentos ricos en hidratos de carbono.
Por reflejo con el signo de Tauro, esta configuración suele indicar una tendencia a sufrir trastornos de la garganta y oídos, especialmente en los niños.
Tanto en hombres como en mujeres son frecuentes las afecciones en los órganos genitourinarios, siendo en los primeros muy común el hidrocele o varicocele, mientras que en las segundas, lavaginitis crónica serosa. La nariz y el olfato también son susceptibles de sufrir alteraciones.