Luna en PISCIS
Autor: Dr. Franco Rossomando
E-mail: francorossomando@gmail.com
Nivel de la emocionalidad básica.
En la última etapa zodiacal, la emocionalidad básica, ha dejado de lado todas las vestiduras y armaduras egoicas, a fin de experimentarse a sí misma en toda su verdadera dimensión absolutamente inconmensurable, como el reino de Neptuno. Los límites entre el adentro y el afuera quedan por momentos disueltos, sin solución de continuidad, por lo que los sentimientos se tornan oceánicos.
La necesidad de protección y seguridad no será satisfecha tanto por medio de personas u objetos, como por medio de estados emocionales, creados por la fantasía, a través de los cuales se tiene la ilusión de estar completo, seguro y protegido de un modo permanente.
La capacidad de inducir un estado similar al éxtasis o al misticismo, es realmente asombrosa con esta Luna., la cual se nutre, para crear estos estados, de los vívidos recuerdos de las experiencias intrauterinas primarias, especialmente en lo que se refiere a la ausencia de sensación de peso y gravedad, las percepciones cenestésicas sumamente placenteras, como la provocada por el flotar en el líquido amniótico, la distorsión acústica de los ruidos y sonidos extrauterinos, la percepción intensa de los sonidos intrauterinos y los de la propia madre, lo cual genera a su vez una sensación de unión completa y absoluta, y la ausencia total de sensaciones displacenteras y angustiantes como por ejemplo el hambre y la sed.
Bajo estas circunstancias psicológicas tan particulares, la sensación de autoprotección es muy grande, lo cual conlleva la dificultad de no advertir a tiempo las situaciones externas que verdaderamente entrañan algún riesgo o peligro. La señal de alarma casi siempre llega tarde ya que el umbral de tolerancia a la frustración es alto y la capacidad de angustiarse es mínima.
Tal vez sea el elemento Agua, el que mejor sirva a esta Luna para expresar las tendencias emocionales en su aspecto más genuino: como por ejemplo, la receptividad, la capacidad para generar absorción energética, la ausencia de forma propia y la adaptación a toda forma externa etc.
Estas características permiten por ejemplo poseer tal grado de empatía que se es capaz de comprender al Otro en profundidad, con un alto grado de compasión. Ésta capacidad de estar dispuesto a, a veces genera en el Otro la sensación de que la Luna en Piscis es fácilmente dominable, lo cual es cierto hasta un determinado punto, ya que ubicándose en el lugar más pasivo del vínculo, fácilmente se crean tales lazos de dependencia pero que al final, transforman al dominado en dominador, muy sutilmente., por medio de apelar al sentimiento de culpa y lástima. Ésta manera de establecer vínculos afectivos, simbióticamente, puede generar situaciones de mucha carga no sólo emocional, sino también material, que, a veces se prolongan durante mucho tiempo, con el inevitable sentimiento de opresión y agobio.
Los padres tal vez no hayan contribuido a establecer con claridad el principio de realidad o de autoridad, por lo que las falsas imágenes suelen predominar por encima de lo objetivo y concreto.
Los recuerdos generalmente quedan registrados en la memoria por medio de transformaciones y modificaciones idealizantes, casi como si fueran distintos capítulos de una novela en la que el sujeto es el protagonista.
Nivel de los deseos.
Cuando la Luna Natal se encuentra en Piscis, la Luna Astral se ubica en Libra. Las tendencias positivas del Arquetipo Pisciano, El Salvador, se unen con aquellas del arquetipo Libriano: El Partenaire. El deseo de servir y ayudar, en este caso se manifiesta a través de proponerse como aquel que es capaz de renunciar a su propio Ego y permitir que el Otro pueda satisfacer sus deseos. Precisamente el partenaire es aquel que sirve de apoyatura para que el otro pueda destacarse. Realizarse y satisfacer adecuadamente su protagonismo. El partenaire, a su vez, permite que el Otro pueda descubrir en sí mismo el placer del encuentro vincular.
Nivel de la Sombra.
Cuando la Luna en Piscis actúa por medio de sus tendencias más regresivas, los aspectos negativos de La víctima, (Sombra de Piscas) se unen con las del Seductor, arquetipo de la sombra de la Luna Astral en Libra.
Quien posea la Luna en Piscis, puede desarrollar negativamente una tendencia masoquista para elegir vínculos en los que el sufrimiento puede generar placer. Se estimula así a que el Otro adopte una actitud de seducción histérica permanente, con lo cual se satisfacen secundariamente los deseos de auto humillación. El establecimiento de tal tipo de vínculo puede acarrear serias consecuencias para la salud psíquica de quien posea la Luna en Piscis, debido a la falta de claridad en las elecciones vitales, especialmente las afectivas. Generalmente se elige al Otro a través de un dejarse seducir o impresionar por las apariencias.
Nivel de los mecanismos de defensa.
Fuga hacia la fantasía. Se trata de una forma en que el individuo se protege de una realidad desagradable, complaciéndose en ensueños diurnos en los cuales esa verdad es negada. Tales ensueños constituyen refugios destinados a proporcionar un alivio a las cargas de la realidad.
Los ensueños y fantasías, son equivalentes en gran medida, a los juegos infantiles, de capital importancia en la evolución de la personalidad.
En el adulto, este mecanismo de defensa, tiende a preservar aspectos infantiles de la personalidad.
Nivel de somatización.
Cuando la Luna en Piscis se encuentra debilitada, suele existir una tendencia a la dispersión energética, con lo cual el organismo disminuye globalmente sus capacidades defensivas, haciéndose vulnerable a la penetración de elementos nocivos, como bacterias, virus, sustancias químicas, etc., que producen un estado de toxicidad, que entraña el riesgo de debilitar al organismo, y de provocar danos en los tejidos.
Precisamente, tal estado de toxemia crónica, produce en los diversos tejidos, una mayor tendencia a la laxitud y a la distensión, pero especialmente en el tejido fibroso y cartilaginoso.
Lo mismo ocurre con los pulmones, los cuales en diversas etapas de la vida pueden presentar patologías congestivas.
Finalmente, la tendencia a evadir la realidad displacentera de esta Luna, puede ser causa de conductas adictivas.