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Luna en TAURO

Luna en TAURO

Autor: Dr. Franco Rossomando

E-mail: francorossomando@gmail.com

Nivel de la emocionalidad básica.

En este nivel, la Luna funciona bajo las características del arquetipo del Inocente y sus variantes.

La etimología de la palabra inocente indica in = no; nocente = golpeador, que causa daño o también, golpeado o dañado. De esta manera se hace referencia a la virtud de la inocencia como la capacidad de la no violencia, tanto como la capacidad para no recibir violencia sobre sí. En la base de estas capacidades se encuentra la confianza. Esta virtud denota una relación más cercana con la inocencia, ya que en general, se denomina inocente a una persona que confía absolutamente en los demás, como por ejemplo un niño. La inocencia  es la virtud en la que la maldad es imposible.

También se denomina inocente, como consecuencia de la etimología, a aquel que no ha cometido delito, que no ha hecho daño, y que está libre de culpa y cargo.

La Luna en Tauro es quizá el mejor exponente de la Confianza que nace del principio de repetición.

En efecto, la confianza, es un estado emocional que surge a partir de la percepción de que las cosas se repiten cíclicamente. Cuando un suceso se repite regularmente en el tiempo, permite el desarrollo de dos sentimientos, según la naturaleza del suceso si el mismo es placentero, se lo deseará y se lo esperará. Esta esperanza nace de la seguridad de que tal hecho se repite regularmente. Si, por el contrario, el suceso es desagradable, se lo rechazará o se lo temerá.

Con la Luna en Tauro, se aprende a confiar en la repetición de los hechos placenteros, el primero de los cuales es el de mamar la leche materna. El amamantamiento es un hecho biológico, sumamente placentero, que se produce rítmica y repetidamente, de modo que el bebé sabe que cuando tiene hambre, su madre le dará de mamar.

 Gracias a este mecanismo, se aprende a esperar sin ansiedad confiando en que las cosas sucederán.

Dado que Tauro es un signo de Tierra, la esperanza taurina está referida especialmente a los hechos materiales como lo es, en primer lugar el alimento.

Con la Luna en este signo, la memoria queda fijada precisamente a hechos que han generado placer, por haber aportado elementos que brinden seguridad y que aseguren la subsistencia. La intensidad  erógena de un hecho va en proporción directa a su  tendencia a ser fijado en la memoria. En este caso, la memoria está ligada a las zonas erógenas del organismo.

Las necesidades orales  son las que predominan en este signo, de tal modo que la región de la boca y garganta se transforma es una zona erógena de primer orden, así como la función de incorporación nutricional. Por lo tanto, el sentimiento de seguridad, en esta Luna está íntimamente ligado a la posibilidad de asegurarse un buen alimento, o sus sustitutos (por ejemplo, el dinero,) y todo aquello que alimente emocionalmente., y que posea una dosis importante de materialidad concreta.

Los mandatos familiares son percibidos como una estimulación a desarrollar estas capacidades de: guardar, asegurar, proveer, y mantener, es decir, no cambiar.

La imago femenina, a diferencia de la masculinidad de la Luna en Aries, adquiere aquí, características definidamente femeninas en lo que se refiere a pasividad y receptividad. La necesidad de mantener, conservar y resguardar constituye características lunares muy marcadas, hecho que se comprende,  a partir de que la Luna en Tauro se encuentra exaltada.

Los vínculos paternos son vividos a partir de la necesidad de satisfacer las demandas en forma concreta y práctica. Ésta capacidad para encontrar un placer de características receptivas, va en desmedro de las tendencias a la actividad y autosuficiencia. De este modo, si bien la consistencia y la coherencia son rasgos importantes , unidos a un pragmatismo eficaz, el temor a avanzar más allá de lo conocido, hace que estas personas se sientan cómodas en la seguridad de lo que poseen , adoptando una actitud conformista.

Nivel de deseos y aspiraciones.

Cuando la Luna Natal se encuentra en Tauro, la Luna Astral se ubica en Leo, y, puede lograr pautas evolutivas a través de conectarse positivamente con el Arquetipo Luminoso de Leo, es decir El Creativo. De este modo, la Luna en Tauro podrá desplegar su potencial de creatividad a través de su sentido estético y de las formas. La búsqueda del placer se transforma por esta vía en la búsqueda de la belleza. Y la auto proyección en obras creativas.

El Arquetipo Luminoso de Tauro: El Inocente, encuentra un estímulo energético muy poderoso en el Arquetipo de El Creador.

El vínculo que une a estos dos arquetipos lo encontramos precisamente en el Niño Interior. Lo mejor de éste puede manifestarse  a través de permanecer en contacto con los contenidos más esenciales del ser, los cuales se mantienen intactos con toda su pureza  y potencia energética. De este modo los deseos y aspiraciones buscan plasmarse con una combinación equilibrada de pragmatismo e ideales. En este nivel, el Yo es capaz de elaborar metáforas.

Nivel de la Sombra.

Cuando la Luna Natal en Tauro funciona a través de sus pautas más regresivas, se conecta con el Arquetipo de la Sombra de Leo: Narciso, (Luna Astral en Leo) Entonces los contenidos negativos de ambas Lunas  suelen dar lugar a un estado de abandono del propio ser, el cual queda librado a la suerte o al manejo de alguna otra persona o situación que asuma el rol de dominador. Con netas características narcisistas en su personalidad. La fuerza de voluntad queda parcial o totalmente anulada, y se produce una desconexión con la realidad a expensas de una energía inconsciente sumamente poderosa que impone su necesidad de satisfacer los deseos de un modo descontrolado. El estado de dependencia en que queda sumido el Yo, provoca la reacción opuesta en el Otro, quien generalmente asume el rol de controlador, estableciéndose así un vínculo en el que ambos finalmente quedan atados por la dependencia mutua.

La realidad es percibida sólo en su aspecto material y concreto, de modo que las necesidades del Yo son satisfechas únicamente  por medio de aquello que pueda ser percibido por los sentidos físicos y que genere placer sensorial. En este nivel, el Yo no es capaz de metáforas, y no puede despegarse de la realidad concreta.

Mecanismo de defensa.

Bulimia; tendencia a ingerir alimentos en forma compulsiva, a fin de aplacar la ansiedad derivada de un estado de insatisfacción afectiva. La actividad sexual, puede asimismo tornarse compulsiva, como un modo de atenuar la ansiedad causada por conflictos afectivos. La compulsión a la repetición de conductas orales es una variante de esta defensa.

Evitación; se trata de conductas de huida de la realidad  en general, o  de ciertas situaciones específicas, que la persona se auto justifica sin percatarse conscientemente de que está huyendo. Por ejemplo evitar las discusiones; no poder decir que no, etc.

Nivel de somatización.

La energía de Venus es afín a la de la Luna, por lo cual, los procesos de somatización son menos evidentes que con la Luna en Aries, De todos modos, existe una tendencia al aumento del nivel de líquidos en el organismo, con formación de edemas, y pasividad venosa. El retorno de la sangre venosa se ve dificultado, por lo cual la desintoxicación del organismo es más lenta. La tendencia a la formación de várices es frecuente. Así como el aumento de la actividad hepática, el que en ocasiones puede sufrir procesos inflamatorios o congestivos. Las glándulas de secreción externa poseen una tendencia a aumentar de tamaño y a indurarse, con probabilidad de desarrollar formaciones quísticas y tumorales, generalmente benignas.

En cuanto a la actividad de las glándulas de secreción interna, pueden existir variaciones cíclicas, con lentitud y espaciamiento de los ritmos, especialmente de la tiroides y ovarios.

La hipersensibilidad defensiva incrementa la tendencia a las alergias tipo estacional, o cíclicas.

La acción del frío y la humedad es negativa sobre el organismo, el que tiende a producir procesos catarrales.