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  • Curso «Correspondencias Bach-América (California)»

Relaciones humanas – 1ª parte

Relaciones humanas – 1ª parte

Antes de abordar la cuestión de “Las relaciones humanas. Como hacerlas crecer y sanarlas con esencias florales”, trataremos de comprender las fuerzas que al ser humano le permite y le capacitan para relacionarse con otras personas.

“ Ni el grado de inteligencia, ni las habilidades, ni los instintos, ni el temperamento, ni el carácter de una persona están determinados por su constelación familiar, por su constelación relacional y social. Estas cualidades pertenecen casi enteramente a su propia personalidad. Ellos están parcialmente determinados por la herencia y también son el resultado de las experiencias pre-terrenales por las que ha pasado todo ser humano.

La constelación familiar, no obstante conforma el comportamiento social del ser humano. Determina su modo de reacción frente a otra gente; cómo es capaz de hacer amig@s o no, el modo en que la persona encuentra compañerismo y comunidad con otros. Incluso la elección de un marido, esposa o compañer@ esta profundamente influenciada por los hechos de la constelación familiar y educacional.

Todos los patrones sociales son guiados y conformados desde fuera por el uso de las fuerzas fundamentales que establecen las relaciones de las personas entre sí: el poder del contacto. ¿Qué es este contacto humano? ¿Cuáles son las fuerzas en el ser humano a las cuales podemos atribuir los poderes especiales que nos capacitan para encontrarnos con otras personas? ¿Es acaso posible definirlas y describirlas?

Tod@s nosotr@s conocemos el tipo de persona que hace contacto fácilmente con cualquier clase de sujeto. Cuando entra en una habitación donde hay otras personas reunidas, será pronto el centro de la reunión. La gente se congrega a su alrededor porque se sienten seguros y abrigados en su proximidad. Hay una palabra amistosa para cada uno, una sonrisa, una mirada alentadora, un sincero apretón de manos.

Otros, sin embargo, tienen una enorme dificultad en encontrar sus camaradas y en establecer contacto con los demás. Son tímidos, retraídos, y sólo con un enorme esfuerzo son capaces de entrar en conversación. Entre estos dos tipos hay muchos pasos que determinan el comportamiento social de cada individuo.

En condiciones patológicas, las cualidades de las relaciones humanas, pueden ir desde un extremo a otro, pueden abrirse desmesuradamente, o bien malograrse. Hay niñ@s y adultos, tipo chicory por ejemplo, que están tan ávidos de tomar contacto con otros que son incapaces de contener su deseo de abrazar a cualquier persona que se pone en su camino. Se desbordan en simpatías y no hacen distinción en su objeto de contacto. Por otro lado, hay niñ@s y gente adulta que son más o menos completamente incapaces de hacer contacto o acercarse a otros. Ell@s necesitan no ser egocéntricos, pero el puente entre ell@s y el entorno social ha desaparecido. Algun@s, como water violet, están completamente encerrad@s en su propio mundo; otras personas establecen contacto verbal superficial sin conocer realmente a la otra persona, como heather. Hay niñ@s que son incapaces de acercarse a otr@s niñ@s y por consiguiente renuncian a la posibilidad de juegos en común y experiencias comunes en cada campo de la vida.

En la psicología de Jung, estos dos tipos son descritos como personalidades extrovertidas e introvertidas. “El extrovertido piensa, siente y actúa en referencia al objeto; desvía su interés del sujeto hasta el objeto, orientándose a si mismo predominantemente por lo que se encuentra fuera de él. Con el introvertido, el sujeto es el punto de partida de su orientación y al objeto se le concede un valor más secundario e indirecto. Este tipo de persona, en una situación dada, retrocede al principio, como con un inexpresado “No” y sólo entonces sigue su verdadera reacción”. (1) Y Jung mismo es de la opinión que “introversión o extroversión, como actitud típica, significa un prejuicio esencial que condiciona todo el proceso psíquico, establece las reacciones habituales y determina de esta suerte no solamente el estilo de comportamiento, sino además la naturaleza de experiencia subjetiva.” (2)

Apenas hay dudas respecto a que estos dos tipos fundamentales de comportamiento en todos sus múltiples matices y grados tienen mucho que ver con el contacto social de todo ser humano. Ellos determinan la conexión entre el sujeto humano y los objetos a su alrededor. Pero nosotr@s no pretendemos identificar estas pequeñas formas de comportamiento con el contacto humano real, porque la introversión o extroversión no muestra más que la dirección del individuo hacia su entorno. Describe la capacidad o incapacidad del Ego de encontrar la otra personalidad. Pero el acto del encuentro, el contacto objetivo, no está todavía explicado cuando hablamos de gente introvertida y gente extrovertida.

No existe un ser humano que no tenga un elemento de introversión así como de extroversión en el conjunto de su psique. Solamente el grado y la mezcla varían en cada personalidad, de forma que una persona pueda tener fuertes tendencias de extroversión y por lo tanto aparece como extrovertido. Pero él tiene también una buena cantidad de cualidades de introversión, que pueden estar bien enraizadas, aunque pueden aparecer subyugadas por las fuerzas de extroversión. De la misma manera, una persona introvertida tiene una cierta cantidad de extroversión que se manifiesta en momentos especiales y en situaciones especiales.

El ser humano es siempre y en todos y cada uno de sus aspectos, un ser compuesto de dos fuerzas opuestas. Dichas fuerzas polares opuestas determinan y mantienen a la otra confinada. Este es también el caso de las dos polaridades que se expresan a si mismas en extroversión e introversión.

¿Dónde se originan estas dos tendencias? ¿Hay un territorio en el completo dominio de la psique humana que es o bien introvertido o extrovertido? ¿O es la misma personalidad en su doble aspecto?

No parece que sea demasiado difícil dar una respuesta a esta cuestión. Una sencilla introspección podría ayudarnos a comprender esta cuestión. Cuando, por ejemplo, contemplamos una idea difícil o cuando intentamos resolver un complicado asunto, concentramos nuestros pensamientos y nos olvidamos de nuestro entorno. Nos retiramos dentro del dominio de las ideas y tratamos de no hacer otra cosa que no sea “recoger nuestros pensamientos”. Incluso cerramos nuestros ojos y a veces cubrimos la cabeza con las manos, indicando una actitud introvertida.

Muy distinto es nuestro comportamiento cuando estamos ocupados en actividades conectadas con nuestra fuerza de voluntad. Aquí nos olvidamos de nosotros mismos y estamos profundamente absortos en el objeto de nuestra actividad. Tanto si colocamos ladrillos o cavamos en una tierra, como si hacemos un par de zapatos o aramos un campo, cada trabajo de este tipo o cualquier otro exige de una persona que se identifique con el objeto. Un trabajador que no ame su objeto de trabajo será difícilmente capaz de hacer su tarea de manera perfecta. En cada actividad de la voluntad que nosotros ejercemos, tenemos que ser extrovertid@s para hacerlo bien.

Y ahora reconoceremos el hecho de que la fuente de introversión reside en la esfera del pensamiento, mientras que toda extroversión brota del territorio de la voluntad. Ambos dominios el de extroversión y el de introversión son necesarios en cada ser humano porque somos pensadores del mismo modo que creamos y trabajamos.

Si un hombre es demasiado intelectual, tendrá una mayor dificultad en establecer contacto social que aquel que sea una tipología más activa. El último tiene menos inhibiciones al encontrarse con otra persona directamente. El pensador estará más indeciso y más a la defensiva cuando intente contactar con otros.

Aquí se encuentra el origen de las dos cualidades que determinan la dirección de todo contacto humano. Pero ¿en qué región está el origen del contacto mismo? Intentemos de nuevo ejercitar la introspección. Todo lo que nos rodea, sea parte de la naturaleza o hecho por el ser humano, tiene una conexión especial con nosotr@s. Nosotr@s no sólo lo observamos y pensamos en ello; no sólo lo desdeñamos o lo anhelamos. Tan pronto como encontramos un objeto, lo rodeamos con un manto de simpatía o antipatía. Y nadie debería pensar que uno mismo es tan objetivo que no experimenta ni simpatía ni antipatía cuando encuentra un objeto. Con cada cosa y cada persona, nosotr@s experimentamos una sensación inmediata que surge de lo más profundo de nuestro ser. Lo sentimos igualmente con animales, flores y plantas, con piedras y cristales. Sonido, ruido, color y sombra, olor y gusto – todas y cada una de las cosas a nuestro alrededor provoca un contacto emocional inmediato en nosotr@s.

El secreto de cada situación de contacto es que el vínculo entre el individuo y el objeto es de carácter emocional. Es en la esfera del sentimiento donde encontramos el mundo que nos rodea y eso lo hacemos bien con simpatía o con antipatía. Y con frecuencia lo que experimentamos no es un simple agrado o desagrado. Hay diferentes matices del llamado sentimiento ambivalente; puede que el mismo objeto nos agrade y nos desagrade al mismo tiempo.

Nuestras simpatías están siempre conectadas con extroversión y nuestras antipatías con introversión; extroversión es la tendencia de la simpatía, introversión es la de la antipatía. De esta suerte debemos reconocer que tanto desagrado como agrado son las alas de contacto entre el individuo y el mundo. Encontramos diferentes escalas en los alrededores de ambos caminos. Solamente la dirección es diferente, y demasiada simpatía es tan difícil y tan insostenible como demasiada antipatía.

Las fuerzas sociales del ser humano residen en la esfera de sus emociones. Tiende su mano a sus influencias simpáticas y retrocede frente a las antipáticas. Es una especie de proceso de respiración; una exhalación en simpatía y una inhalación en antipatía. Esta es la situación del contacto humano. Tener muy poco o nada de contacto no significa tener mucha antipatía; tampoco significa tener simpatías ni antipatías sino muy escasa capacidad emocional.

Es en la esfera de la vida emocional y del sentimiento donde el ser humano despliega su contacto con el mundo que le rodea. El encuentra su entorno tanto con antipatía como con simpatía. Amor y odio, extroversión e introversión, son elementos necesarios como herramientas para su existencia social. En la infancia aprende a ejercitar estas fuerzas. ” (3)

“LAS 9 FLORESCENCIAS DEL Dr. EDWARD BACH QUE FORMAN EL ENEAGRAMA DE LA ESTRUCTURA CARACTEROLOGICA DEL EGO Y DEL YO SUPERIOR”

A partir de mis estudios antroposóficos concluí que son nueve florescencias del Sistema Bach las que forman la estructura caracterológica de la personalidad. Existiendo una correlación con la ESTRUCTURACION TERNARIA del Ser Humano y del Universo explicada por la Ciencia Espiritual iniciada por Rudolf Steiner:

.- Beech–Verbain-Vine 3 maneras o formas de pensar.

.- Heather–Chicory-Water Violet 3 maneras o formas de sentir.

.- Rock Water–Centaury-Oak 3 maneras y formas de querer.

Las restantes florescencias del Sistema Floral del Dr. Edward Bach formarían lo que llamo las “distracciones del ego”, aquellos aspectos a través de los cuales se distrae la labor y el desarrollo de la personalidad, los obstáculos y los engaños del ego para no transformarse en un Yo Superior. Desde el Yo Objetivo, en lugar de “distracciones del ego”, hablaríamos de “ayudas del Yo Superior”, herramientas e instrumentos de transformación del ego y encarnación de las 29 Devas pertenecientes al Yo Divino.

Estas veintinueve esencias podríamos agruparlas en cuatro aspectos o cuatro grupos en relación a la estructura anímica:

Miedos. (Lo que nos jugamos es la Libertad nacida de la Responsabilidad)

– Autoestima. (Conciencia de Sí mismo o Imagen de Sí mismo)

– Humores. (Estados de Animo o Temperamentos)

– Maneras de rehuir el “aquí y ahora”. (Impedimentos para vivir nuestro presente con responsabilidad y libertad profunda , se trata de un conocimiento profundo del entramado kármico)

Un aspecto muy interesante y novedoso en cuanto a las relaciones y diferencias entre unas flores y otras nos fue trasmitida por la psicóloga argentina Silvia Falcoff. Nos enseño la DIFERENCIACION en relación a las INTENSIDADES EMOCIONALES. Ponía el ejemplo de los miedos: “Sus diferencias no se hayan tanto en a que se tiene miedo sino al grado del miedo. Mimulus sanara el primer miedo, el miedo primerizo, el poco miedo, en términos comunes podríamos hablar del “miedosillo”; Aspen corresponderá a un miedo mayor, más grande, más aprehensivo y Rock Rose llevará el adjetivo de miedo total, solo miedo, toda el alma esta inundada y paralizada por el miedo, pánico es su nombre”.

Posteriormente a la luz de la Ciencia Espiritual de Rudolf Steiner pude comprobar que esta DIFERENCIACION DE INTENSIDADES EMOCIONALES entre esencias florales que trabajan el mismo terreno, el mismo aspecto psíquico, se asentaban en relación a su DIFERENCIACION ENTORNO A LOS TRES NIVELES DEL ALMA HUMANA, de la psique humana.

Desde esta óptica observamos los miedos en relación al pensar, el sentir y el querer. Mimulus es el miedo en el pensar, el miedo “consciente”, el miedo primerizo, el miedo de cabeza, un miedo que se puede llegar a razonar. Aspen el miedo en el corazón (sentir) , un miedo que no se puede explicar, un miedo sentido y sin sentido. Rock Rose (miedo en el querer) es el pánico cuya consecuencia visible es una paralización del alma puntual o general, incluso llegándose a somatizar ante situaciones muy concretas, como por ejemplo la paralización de la mandíbula ante una extracción dentaría, la paralización de la voluntad.

¿Y qué sucede con Red Chesnut? ¿Qué tiene en común con la trinidad anterior? Red chesnut se come la cabeza como mimulus; a red chesnut se le paraliza la voluntad por encontrarse en sock o bien esta histérico por su ansia llena de preocupación y por supuesto que su corazón esta loco o ahogado como aspen ante la aprehensividad.

¿Pero entonces donde radican las diferencias entre Red Chesnut y los otros tres? Mimulus, Aspen y Rock Rose corresponden al aprendizaje de los miedos egoicos en los tres niveles anímicos. En cambio Red Chesnut es el aprendizaje del miedo por el tú, del miedo por los otros yoes.

¡Que casualidad más maravillosa que el descubrimiento cronológico por Bach coincida con el desarrollo del alma humana, con las diferentes etapas evolutivas a través del aprendizaje de los miedos! Mimulus, primera flor descubierta por Edward, para el miedo al conocimiento. Rock Rose para el miedo a actuar, a trabajar. 12ª flor descubierta polarmente con la anterior. Si se piensa no se actúa, si se actúa no se piensa. Y Aspen (25ª) para el miedo en el sentir. El miedo que toma consciencia ante lo que nos desagrada y lo que nos agrada. Produciendo, en su caso a través del miedo, la relación del contacto con el mundo. Por último la número 33ª Red Chesnut para los miedos obsesivos por los demás. Ya no se trata del “miedo del yo” sino del “miedo por el tú”. En esas personalidades que no resolvieron sanamente las tres etapas anteriores, o aún no han alcanzado conscientemente el estado general de la Deva Red Chesnut. Esta les aportara la lucidez mental llena de confianza en los demás, la paciencia de corazón y “un ocuparse por los demás” en lugar de “un preocuparse por los demás”.

¿Y qué sucede con Cherry Plum? Esta esencia descubierta en el número 20ª justo en el inicio de la mitad del “camino iniciático” realizada por Edward Bach a través de 38 florescencias. Pienso que es la AUSENCIA DE MIEDO. Aquí esta el punto en común con el “Grupo de Florescencias que trabajan los miedos humanos”. Pero con ella topamos seriamente y muy profundamente con el entramado kármico, con la lucha de los poderes celestiales somatizados o materializados a través de la locura, la posesión, se trata de la Maldad hecha carne. Y eso no es miedo sino la imposibilidad del desarrollo de la Libertad y como consecuencia la muerte del Amor.

¿Cuáles son los dos extremos a los que puede llegar el “ego cherry plum”? El homicidio donde se mata al objeto de amor y el suicidio donde se mata al sujeto de amor. Pero gracias a nuestro gran maestro Edward Bach tenemos el antídoto para la fuerte muerte del Alma Humana.

Esta manera de reclasificar las relaciones florales me llevo a realizarme diferentes preguntas que aumentan de día en día. De las cuales expongo las relacionadas más intensamente con el tema del Encuentro:

Primeramente expondré el siguiente esquema y a continuación lo explicare intentando hacerlo comprensivo:

ESTRUCTURACION TERNARIA DEL CARÁCTER DEL EGO Y DEL YO SUPERIOR A TRAVES DEL SISTEMA FLORAL DEL Dr. EDWARD BACH

PENSAR SENTIR QUERER

PENSAR BEECH VERBAIN VINE

SENTIR HEATHER CHICORY WATER VIOLET

QUERER ROCK WATER CENTAURY OAK

¿ Cómo nos relacionamos con los demás seres humanos a través de nuestro pensar? ¿ Qué relación existe entre Beech, Verbain y Vine?

Siempre aparece Beech como la intolerancia. Pero ¿no es Vine mucho más intolerante que Beech? Y Verbain que tan majo parece por ser el luchador de las causas perdidas y el defensor de la justicia, en el fondo también es intolerante. Entre ellas parece existir una relación que tiene que ver con la LUCHA POR EL PODER. El campo de batalla del Poder se encuentra en el mundo del pensamiento. Realmente se trata de una batalla de los mundos espirituales expulsada al mundo humano, reflejada tan lindamente en la imagen del Arcángel Mikael sometiendo al Dragón. Algo evidente se observa en el presente, el Poder se disputa en los medios de comunicación masivos donde invierte billones de dólares.

Podemos observar el “DESARROLLO EVOLUTIVO DEL PENSAR EN EL INDIVIDUO A TRAVES DE BEECH-VERBAIN-VINE”

BEECH (Haya) corresponde a la primera etapa del pensar, el JUICIO. Al pensamiento en las Ideas. Es el puro PENSAR-PENSAR. El inicio del aprendizaje de la individualización en el nivel psíquico del pensar. Este se adquiere gracias a la critica, solamente cuestionándolo todo, juzgando y criticando el ser humano puede realizar su independencia, su autonomía de los demás, del Todo. Evidentemente que esta fase sana de la evolución puede bloquearse y convertirse en un saca defectos, en un criticón, en un ver solamente el lado feo de las cosas.

Uno se puede preguntar ¿Qué hace beech? Criticar. Pero ¿qué es lo que critica? Critica los defectos, lo que considera no perfecto desde el ideal. ¿Qué busca Beech? Busca la BELLEZA, busca la PERFECCION. Esto es mucho más comprensible si recurrimos a la idea griega sobre el Mal. El Mal es aquello que no puede ir al mismo paso que el Bien, aquello que cojea, rezagado, tras la evolución divina del mundo, es algo feo, tosco. No nos recuerda esto a la etapa de aprendizaje del bebe, del niño. ¿No aprenden estos imitando la belleza armónica del adulto? ¿No es el juicio, la critica, lo primero que la persona debe realizar en su pensamiento para desarrollarse como ser humano, como individualidad, como ego?

¿Qué es en definitiva lo que NO SOPORTA el “ego Beech”?

No soporta lo que no considera bello, perfecto y por eso lo critica.

¿Qué aporta la “Deva Beech”?

Aporta Amor al defecto de los otros. Contestando poéticamente podemos remitirnos al cuento de “La Bella y la Bestia”. Permite apoyarse en lo poco que pueda existir, por muy escondido que este, bello para transformar lo feo. Rescatar la parte buena de las cosas malas y encontrar la verdad en cada mentira de la vida.

VERBAIN (Verbena) es el SENTIR en el PENSAR. ¿Cómo entramos los seres humanos en relaciones unos con otros? A través de nuestras simpatías y antipatías. Ese es nuestro contacto. ¿Y cómo es ese contacto a través de nuestro pensar? ¿Qué simpatías y antipatías tiene el pensar? ¿Dónde y cómo funciona el corazón en el terreno de las ideas? Todas estas preguntas son fácilmente contestables desde Verbain. Esa segunda etapa evolutiva que corresponde al adolescente que comienza a enamorase de la vida, de las ideas bellas, buenas y verdaderas. Que repudia todo lo que es injusto. Todo adolescente rebelde ante una sociedad rígida, fría, calculadora, dura de corazón. Todo adolescente que se convierte en un “Quijote” y desde esas fuerzas entusiastas por la BONDAD quiere arrastrar a los demás, odiando con las mismas fuerzas antagónicas, antipáticas, a la MALDAD.

¿Qué es lo que NO SOPORTA el “ego Verbain”?

No soporta lo que piensa que no es justo y por eso no tolerara aquello que considere injusto. Verbain luchara por convencer de su justicia. Actúa de forma opuesta a como cree pensar, actúa intolerantemente y predica tolerancia.

¿Qué aporta la “Deva Verbain”?

Amor a la maldad, a lo no justo para poderlo devolver al camino de lo justo desde un autentico respeto. Verbain mostrara la JUSTICIA para quién quiera libremente la pueda seguir, la pueda imitar.

VINE (Vid) muestra la pura acción del pensar. EL PENSAMIENTO HECHO VOLUNTAD. ¿Qué impone vine? Su verdad, según él la verdad. Quizás no le importe que se le la razón, simplemente quiere que se acate su verdad. ¿No nos encontramos acá en la mayoría de edad del ser humano? ¿No es el momento de dirigir firmemente a nuestro ego?

¿Qué NO SOPORTA el “ego Vine”?

No soporta lo que considera falso, mentiroso, no autentico. Se cree con la verdad absoluta, se cree “Dios”, dueño y señor del mundo, de todo lo que le rodea y de toda persona de su entorno.

¿Qué aporta la “Deva Vine”?

Amor a la Verdad interior. Amor a la LIBERTAD. Vine sabe lo costoso que es llegar al centro del propio universo divino interior y por ello ha desarrollado la suficiente paciencia para poder esperar a los otros respetando su ritmo, ofreciendo una imagen de heroísmo cada vez que el mundo se lo demande.

Todo ser humano debe realizar un aprendizaje del pensamiento primeramente desarrollando el juicio (Beech), segundo objetivando las simpatías y antipatías en el mundo de las ideas (Verbain) para poder alcanzar por si mismo, por el camino interior, la autentica Verdad convirtiéndose en su propio Maestro en lugar de un dictador de los otros seres humanos: “CONÓCETE A TI MISMO” (Vine).

Aquí se muestra el riesgo que el mundo divino (Amor Incondicional, La Gloria) penso al crear este Universo cuyos protagonistas somos los seres humanos. El riesgo de comer del árbol del Paraíso “tomando consciencia” permitía al Hombre convertirse en dios. El camino de este aprendizaje es conocer lo feo, conocer lo malo y conocer lo defectuoso, errar, mentir, pecar, enfermar y morir. Pero ese mismo camino permite al ser humano convertirse libremente en “un dios” consciente de lo bello, lo bueno y la verdad aprendiendo a sanar, a vivir, a per-donar. En la posibilidad de la diferenciación de feo-bello, bueno-malo y falso-verdadero nace la posibilidad de la elección. Es el principio del desarrollo de la Libertad donada por el mundo divino con un total Amor Incondicional a los seres humanos. Así podemos contemplar LA GLORIA de Dios, del Mundo Espiritual.

Continuará…