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Tratamiento floral a ciegas (sin la presencia del paciente)

Tratamiento floral a ciegas (sin la presencia del paciente)

Cuando se deben abordar consultas de niños muy pequeños o algunos adolescentes que son resistentes a todo tipo de tratamiento y cuya presencia en el consultorio sería difícil (o imposible), es posible instrumentar esta metodología que he denominado “tratamiento a ciegas”.

Esto implica entrevistar a un familiar cercano (generalmente la madre, el padre o mejor ambos), que nos aportarán, a través de la entrevista que realizaremos con ellos, los datos precisos que, el terapeuta floral, debe saber indagar para no solo prescribir una receta floral, sino también realizar una mirada integral sobre la situación familiar, detectar los rasgos emocionales del niño, y asesorar adecuadamente a los padres en cuanto a señalamientos y medidas paralelas a desarrollar para el cumplimiento del objetivo terapéutico.

La Terapia floral es extraordinariamente versátil y nos brinda posibilidades de abordaje como esta y otros modelos de trabajo tales como un seguimiento telefónico y, en la era de Internet, un tratamiento vía correo electrónico o hablando directamente de PC a PC.

La alternativa natural de las esencias florales.

Además de su eficaz respuesta terapéutica, la terapia floral nos brinda otra mirada para comprender las causas profundas del padecer, ya que las esencias florales, no son solo un conjunto de remedios naturales y sin contraindicaciones.

La terapia floral se sostiene en un postulado filosófico que concibe además los criterios de salud-enfermedad y es precisamente desde este enfoque donde nos presenta nuevas alternativas para comprender el sentido de cada padecimiento.

Cada personalidad tiene rasgos “estructurales” que pueden reconocerse fácilmente para quienes nos manejamos con esta terapéutica y es en virtud de ello que, una vez detectados los mismos a través de una adecuada entrevista, podemos “armar” una receta floral personalizada y a la medida de las necesidades de cada consultante.

Además de estos rasgos “estructurales”, se pueden encontrar respuestas mentales y emocionales que no son propias o características del paciente, sino que son desencadenadas por la influencia del medio ambiente y para lo cual también existen remedios florales que pueden trabajar en el equilibrio de las mismas.

Esto representa una ventaja extraordinaria sobre la mayoría de los métodos clásicos de prescripción de medicamentos que, generalmente “rotula” a los pacientes bajo una o a lo sumo dos categorías globales, y a continuación se aplica alguna medicación farmacológica (el “ansiolitico” o “el antidepresivo” de turno).

En la terapia floral, además de la personalización de cada receta individual, se cuenta con varias posibilidades de enfoque terapéutico, de acuerdo a los distintos sistemas florales que maneje cada terapeuta. Todos ellos tienen excelentes respuestas en todo tipo de consultas.

La importancia de trabajar con los padres y asesorarlos.

Es importante tratar de concientizar a los padres, cuando acuden a un tratamiento, de las características que tendrá el mismo, ya que con la inclusión de las esencias florales el desarrollo será diferente y este tipo de medicina es necesario comprenderla, aunque sea mínimamente, para saber de que se trata.

Además de la eficacia clínica de los remedios, hemos visto que la Terapia Floral, nos muestra otro enfoque sobre los conceptos de salud y enfermedad, los cuales aprovecharemos para explicarle con un lenguaje mucho más claro y práctico, las características florales tipológicas de su hijo.

Asimismo, de ser necesario, (y casi siempre lo es), habrá que auxiliar a los padres (generalmente a la madre), con esencias florales, ya que casi siempre es ella quien principalmente debe afrontar la mayor parte de la problemática del niño, por estar una mayor cantidad de tiempo en contacto con el.

Esta tarea además se agrega a todas las demás actividades que la madre debe realizar y las esencias florales entonces, son una invalorable ayuda en estos casos.

Los resultados en el tratamiento floral de niños con diferentes problemáticas son realmente muy buenos. Sin embargo, lamentablemente, muy a menudo se tropieza con el inconveniente que los padres interrumpen el tratamiento.

En algunos casos por ansiedad e impaciencia, si no se obtienen los resultados que ellos esperan y, en otros (lo que es peor aún), cuando se están notando importantes modificaciones en el niño que se ha traído a consulta.

Por ello, en la medida de lo posible, debe incluirse a los padres (mejor a ambos), o por lo menos a quien trae al niño o joven a la consulta, dentro del tratamiento floral.

Limitaciones que se presentan a esta metodología.

Lógicamente, este “tratamiento a ciegas” no puede ser aplicado en todos los casos, pero sí en una gran mayoría.

¿Cuáles serían las excepciones a esta regla?. Algunas posibilidades son las siguientes, que están en directa relación con el tipo de consulta solicitada.

Cuando se trata de un médico pediatra, que utiliza esencias florales, si bien para prescribirlas no necesita tener al niño frente a él, casi siempre en esta especialidad habrá que realizar alguna revisación, auscultación, control clínico, etc., por lo cual será imprescindible la presencia del paciente.

En una consulta psicológica donde sea necesario instrumentar tests, u otras pruebas diagnósticas “presenciales”.

En tratamientos donde, a pesar de utilizar esencias florales, el niño deba concurrir para la aplicación “in situ” de alguna otra técnica terapéutica. Por ejemplos tratamientos psicopedagógicos, rehabilitaciones, actividades lúdicas o artísticas, etc.

La observación que los terapeutas realizan del desempeño del niño en estas terapias serán también un indicador claro para evidenciar los progresos que la terapia floral, -en conjunto con las otras técnicas que se apliquen- está generando.

Incluso, aunque utilicemos preferentemente el “tratamiento a ciegas”, habrá momentos en que será necesario poder conocer al niño, observarlo, conversar con él, dejarlo expresar de distintas maneras, etc., para poder apreciar los cambios que refieren sus padres.

Una objeción que se suele plantear a esta metodología es si la madre, el padre, o ambos, son totalmente fieles en cuanto a la descripción de la información que les requerimos.

Si bien esto es una posibilidad que nos puede plantear dudas con respecto a determinados rasgos de conducta que nos son descriptos, el terapeuta floral debe “repreguntar” sobre todo solicitando un “ejemplo” de esa manifestación de conducta que es referida.

Además, al tener a la madre, padre o ambos frente a nosotros, nos permitirá también percibir, de acuerdo a nuestra intuición y experiencia clínica, si “está ocurriendo algo más”, que necesitamos saber y deberemos preguntar.

En mi experiencia clínica, he tratado muchos niños y a veces algunos adultos, con esta metodología, sin conocerlos jamás personalmente, con excelentes resultados.

A continuación voy a exponer dos casos clínicos, como ejemplo de lo anteriormente expresado.

Caso  1 – Rodrigo S. 11 años.

  • 1. Siempre tuvo problemas para aprender.
  • 2. Desde el nacimiento fue nervioso e hiperactivo.
  • 3. De chico se golpeaba la cabeza contra la pared.
  • 4. No escucha lo que se le dice. Animo oscilante y cíclico, malhumor.
  • 5. Duerme mucho y le cuesta levantarse.
  • 6. Si bien no come muchos dulces, prefiere tomar bebidas cola (con azúcar y cafeína).
  • 7. De noche chirrido de dientes (posible parasitósis).
  • 8. Callado y retraído, (en la casa habla algo más). Conducta agresiva en el colegio y con sus hermanas.
  • 9. Bastante celoso. Es el segundo hijo, tiene una hermana de 16 y una de 10 que conforman el grupo familiar.
  • 10. Hay más hermanos (familia ensamblada), que no viven con el grupo familiar.
  • 11. Concurre a un centro complementario (ayuda escolar), de mañana, y a la tarde va a la escuela.
  • 12. Cuesta lograr que haga la tarea y cumpla consignas.
  • 13. No le agrada leer. Cuando se consigue ponerlo a estudiar, se levanta e interrumpe la tarea.
  • 14. El nivel socioeconómico de la familia es bajo.
  • 15. Rodrigo busca acercarse a su padre (50) pero este no es muy afectuoso.
  • 16. Su mejor relación es con la madre (47), siendo bastante apegado a ella.

 

Fecha primera consulta: 18-06-2007

Esencias utilizadas a lo largo del tratamiento:

  • Clematis: utilizada en 27  fórmulas
  • Bush Fuchsia: utilizada en 20 fórmulas
  • Holly: utilizada en 11 fórmulas
  • Chicory: utilizada en 11 fórmulas
  • Vervain: utilizada en 9 fórmulas
  • Bauhinia: utilizada en 8 fórmulas
  • Blackberry: utilizada en 7 fórmulas
  • Flannel Flower: utilizada en 6 fórmulas
  • Sunflower: utilizada en 6 fórmulas
  • Chamomile: utilizada en 6 fórmulas
  • Impatiens: utilizada en 4 fórmulas
  • Sage: utilizada en 4 fórmulas
  • Crab Apple: utilizada en 3 fórmulas
  • Mountain Devil: utilizada en 3 fórmulas

 

Resultados obtenidos

Los cambios, que se mantienen en la actualidad, son: una mejor relación con su padre, comparten algunas actividades juntos, lo respeta. Notas altas en algunas materias, mejor predisposición a la escucha y acatamiento de consignas, aún en su propia casa.

No hay reclamos desde el colegio ni con respecto a su dedicación, ni a su conducta con los compañeros.

En su familia todos notan la diferencia y las hermanas le recuerdan a la madre que “no se olvide de ir a buscar las gotitas para Rodrigo”.

Disminuyó la agresividad en la casa con sus hermanas. Sacó 10 en lectura. Lee en voz alta y con buena dicción (Bush Fuchsia).

Aún persisten rasgos de inquietud en su conducta (pero aceptables).

También mejoró en matemáticas. Todavía le cuesta algo el estudio de inglés. Ahora puede estudiar en su casa.

Caso 2 – Lautaro. 6 años.

  • 1. Retraso madurativo leve (viene con ese diagnóstico).
  • 2. Dislalia.
  • 3. Problemas de deglución.
  • 4. No mantiene su atención.
  • 5. No acata consignas.
  • 6. Problemas con los grafismos.
  • 7. Desprolijo.
  • 8. Enuresis (nunca llegó a controlar).
  • 9. Tratamiento con fonoaudióloga y psicopedagoga.
  • 10. Celos de su hermana (4 años).
  • 11. Además sufre de adenoides. No respira bien.
  • 12. Según el neurólogo no hay indicadores orgánicos.

 

Fecha primera consulta: 6-4-2009

Esencias utilizadas a lo largo del tratamiento:

  • Clematis: utilizada en 7 fórmulas
  • Almond: utilizada en 7 fórmulas
  • Bush Fuchsia: utilizada en 4 fórmulas
  • Walnut: utilizada en 4 fórmulas
  • Hornbeam: utilizada en 4 fórmulas
  • Wedding Bush: utilizada en 4 fórmulas
  • Gentian: utilizada en 4 fórmulas
  • Larch: utilizada en 3 fórmulas
  • Chicory: utilizada en 3 fórmulas
  • Chestnut Bud: utilizada en 2 fórmulas
  • Crab Apple: utilizada en 2 fórmulas
  • Self-Heal: utilizada en 2 fórmulas
  • Tall Mulla Mulla: utilizada en 2 fórmulas
  • Jasmine: utilizada en 2 fórmulas

 

Resultados obtenidos (1er. mes)

Trabaja bien: responde, copia, atiende, colabora, participa, escucha, respeta las reglas. Mejoró la dicción y también los síntomas de enuresis. Sigue algo celoso y se queja que no tiene tiempo para jugar.

2do. y 3er. mes

Siguió mejorando pero con oscilaciones en sus logros. El niño ha hecho algunas regresiones (reaparecieron episodios de enuresis).

Hay que insistirle para que haga sus tareas. La primera receta se mantuvo 3 meses sin modificaciones.

4to. mes

Al cuarto mes de tratamiento los progresos se estancan, pero no se retrocede en lo obtenido, solo que no hay más mejorías.

Se lo observa bostezar en clase y en su casa. Poca voluntad con las tareas. Baja tolerancia a la frustración. Se deprime con las tareas que le cuestan.

En este punto se decide modificar la receta.

5to. mes

En la quinta entrevista se notan resultados con el cambio de receta: buena concentración. Más ganas. Mayor vitalidad. No hubo episodios de enuresis.

Se decide mantener la fórmula con las modificaciones realizadas el mes anterior.

Al sexto mes de tratamiento (septiembre/2009), la madre no puede concurrir y durante ese mes tanto ella como el niño no tuvieron su frasquito de dosis. El tratamiento se reanuda en octubre/2009.

7mo. mes

A pesar de haber estado un mes sin tomar florales, se mantienen las mejorías: su fonoaudióloga decide darlo de alta, y la psicopedagoga está evaluando hacer lo mismo.

Escribe y lee solo. Acata consignas. Bien en clase. Está más ordenado. Se siente más seguro, y aprendió a defenderse de compañeros que lo molestaban.

8vo. mes

Se mantiene alto el nivel de energía, se lo aprecia motivado y decidido. Era un niño bastante solitario y ahora se lo ve más participativo tanto en la escuela como en su casa (juega con su hermana).

Asimismo, y con relación a la última receta, hubo cambios en sus síntomas alérgicos (se mantuvo sin ningún tipo de mucosidad por veinte días), y luego reapareció algo muy leve. Tampoco volvió a repetir episodios de enuresis.